Reproducimos entrevista publicada este lunes 8/7/13 en el diario La República.
Por el tema de los viajes, que hace muchos años que llevo viajando, jugando torneos. Capaz que a esta altura de la vida, después de tantos años, se hace un poco más pesado seguir viajando tantas semanas al año y estar tanto tiempo afuera. Desde los 15 años que empecé a viajar, son muchas semanas al año afuera. Quiero estar un poco más tranquilo con la familia.
¿La decisión la meditó solo o lo habló con alguien?
La fui meditando durante un buen tiempo, mismo hace un par de años atrás también la medité pero decidí seguir jugando. Es un tema que está siempre latente, es una pregunta que el jugador se hace: hasta cuándo será la carrera.
¿Cuánto le priva de la vida cotidiana viajar tanto?
Hay muchas cosas que se pierden. Estás ausente, por decirlo de alguna manera, de tus familiares, de tus seres queridos, tus amigos. Un montón de cenas, compromisos, cumpleaños, momentos de compartir con tus seres queridos. Se pierden muchas cosas, si bien el tenis te da un montón de otras cosas muy buenas que vas aprendiendo durante toda tu carrera, viajando por el mundo, viendo diferentes culturas, distintos países, conociendo el mundo. Eso te abre mucho la cabeza, te da mucha cultura en muchos aspectos.
¿Va a seguir jugando algún torneo?
En principio jugué el torneo de Salto, que me gustó, me pareció una buena propuesta para darle un poco más de difusión al tenis nacional. De alguna forma aprovechar que voy a estar en Uruguay para aportarle cosas al tenis, tratar de jugar algún torneo, que la gente pueda verme más seguido. De todas maneras, no sé cuál es la idea de ahora en más, pero desde el lado que pueda voy a tratar de aportar al tenis uruguayo.
¿La Copa Davis?
Todavía no sé si voy a jugar o no. Te diría más un no que un sí, por el hecho de no estar entrenando a un 100% y para jugar un torneo profesional hay que estar preparado.
¿Habló con Enrique Pérez (capitán del equipo uruguayo)?
Sí, hablé con él, le conté la decisión que había tomado. No hablamos mucho al respecto de qué va a ser la Davis el año próximo. Él no me dijo nada y yo creo haberle dicho que no sabía, pero que en principio no creía, porque tampoco está bueno venir no en el mejor nivel.
En principio jugué el torneo de Salto, que me gustó, me pareció una buena propuesta para darle un poco más de difusión al tenis nacional. De alguna forma aprovechar que voy a estar en Uruguay para aportarle cosas al tenis, tratar de jugar algún torneo, que la gente pueda verme más seguido. De todas maneras, no sé cuál es la idea de ahora en más, pero desde el lado que pueda voy a tratar de aportar al tenis uruguayo.
¿La Copa Davis?
Todavía no sé si voy a jugar o no. Te diría más un no que un sí, por el hecho de no estar entrenando a un 100% y para jugar un torneo profesional hay que estar preparado.
¿Habló con Enrique Pérez (capitán del equipo uruguayo)?
Sí, hablé con él, le conté la decisión que había tomado. No hablamos mucho al respecto de qué va a ser la Davis el año próximo. Él no me dijo nada y yo creo haberle dicho que no sabía, pero que en principio no creía, porque tampoco está bueno venir no en el mejor nivel.
¿La Davis fue lo que más lo retenía a seguir jugando?
Sí, tal cual, eso fue durante toda mi carrera lo que más me gustaba, lo que más disfruté, lo que más motivó siempre. De hecho mi calendario tenístico lo adecuaba a la Davis para llegar de la mejor forma hacia ese fin de semana. Eso me retuvo bastante. También el hecho de la premiación que hubo en la última Copa Davis, cuando jugamos acá contra República Dominicana, fue un lindo reconocimiento a la linda trayectoria que tuve en Davis, casi 14 años. Fue como una especie de frutilla de la torta o broche de oro.
¿Le preocupa que ahora quede debilitado el equipo de Copa Davis?
Sí, me da lástima. En toda mi carrera no me he perdido casi ninguna Copa Davis -solo me perdí dos, en Haití y Colombia, porque había lío en esos países-, prácticamente 25 series sin interrupción.
¿Qué piensa al pasar raya de su carrera?
Estoy contento de la carrera que hice, los resultados obtenidos (ver recuadro), la experiencia de haber jugando Grand Slams, haber jugado ATP el año pasado -Qualys en singles y Main Draw en dobles-. Entré en el top 100 de dobles. Esas son cosas que me dejó el último año, que fueron como experiencias nuevas o récords personales. Fue muy bueno, me gustó mucho y me encerró la carrera que tuve. No me arrepiento de todo lo que hice, me encantó.
¿Quedó alguna cuenta pendiente?
Entrar en más torneos ATP en singles. No pude llegar a jugar en singles: jugué tres últimas rondas de Qualy (Los Angeles, Umag y Wimbledon). Si bien en dobles jugué e incluso gané un partido (en Umag, con Carlos Berlocq), me hubiese gustado entrar en singles. Creo que esa fue una cuenta pendiente.
¿Se puede vivir del tenis?
Es difícil, tenés que tener un apoyo o respaldo económico de alguna manera, por lo menos para empezar. Pero se puede vivir del tenis. Depende de cada uno, y de ganar, porque el tenis es así. Pero después hay otras alternativas, como jugar Interclubes en Europa. Los clubes en Alemania, Francia o Italia pagan bien, entonces te podés mantener jugando esos torneos. Si no tenés el nivel de ATP, te podés quedar una temporada o tres meses, jugás y te traés plata.
¿Qué le falta al tenis uruguayo para sacar más y mejores jugadores?
Hace falta un poco más de competencia nacional, que en los torneos haya más jugadores de buen nivel. Hay muchos chicos que juegan al tenis, pero se lo toman como algo más social, de diversión o extra a su vida, en vez de como un oficio o un trabajo. Sería bueno que pudieran dedicarse más a ser profesionales, eso generaría que más cantidad de chicos tengan mejor nivel, entonces la competencia crece naturalmente.
¿Se siente un referente del tenis nacional o un espejo para los más chicos?
Sí, creo que sí. Así se da la situación… Está Pablo, que tiene un gran tenis, muy lindo de verlo jugar por su naturaleza de golpear la pelota. Después vengo yo, que he jugado mucho tiempo de Copa Davis. Entonces sí, se da de esa forma. Siempre intenté tener buena disciplina para que cuando me vean chicos jugar, aprendan qué es lo que se necesita para ser un buen tenista con todas sus características, con buen comportamiento adentro de la cancha.
¿Le gustaría seguir vinculado al tenis de alguna manera?
Sin duda, me encantaría tratar de aportar lo que pueda. Todavía no sé de qué forma, pero es la idea. Ya que he tenido bastante experiencia todo este tiempo, tratar de aprovecharla, transmitirla y apoyar este deporte.
¿Y capitán de Copa Davis?
Me gustaría, sin duda que me encantaría ser capitán de Copa Davis. Es una forma de seguir vinculado con la Davis, que siempre fue lo que más me llenó el corazón. No es el momento ahora, ni muy cerca, pero en el futuro me encantaría… si el “Bebe” (Pérez Cassarino) me deja (risas).
Sí, tal cual, eso fue durante toda mi carrera lo que más me gustaba, lo que más disfruté, lo que más motivó siempre. De hecho mi calendario tenístico lo adecuaba a la Davis para llegar de la mejor forma hacia ese fin de semana. Eso me retuvo bastante. También el hecho de la premiación que hubo en la última Copa Davis, cuando jugamos acá contra República Dominicana, fue un lindo reconocimiento a la linda trayectoria que tuve en Davis, casi 14 años. Fue como una especie de frutilla de la torta o broche de oro.
¿Le preocupa que ahora quede debilitado el equipo de Copa Davis?
Sí, me da lástima. En toda mi carrera no me he perdido casi ninguna Copa Davis -solo me perdí dos, en Haití y Colombia, porque había lío en esos países-, prácticamente 25 series sin interrupción.
¿Qué piensa al pasar raya de su carrera?
Estoy contento de la carrera que hice, los resultados obtenidos (ver recuadro), la experiencia de haber jugando Grand Slams, haber jugado ATP el año pasado -Qualys en singles y Main Draw en dobles-. Entré en el top 100 de dobles. Esas son cosas que me dejó el último año, que fueron como experiencias nuevas o récords personales. Fue muy bueno, me gustó mucho y me encerró la carrera que tuve. No me arrepiento de todo lo que hice, me encantó.
¿Quedó alguna cuenta pendiente?
Entrar en más torneos ATP en singles. No pude llegar a jugar en singles: jugué tres últimas rondas de Qualy (Los Angeles, Umag y Wimbledon). Si bien en dobles jugué e incluso gané un partido (en Umag, con Carlos Berlocq), me hubiese gustado entrar en singles. Creo que esa fue una cuenta pendiente.
¿Se puede vivir del tenis?
Es difícil, tenés que tener un apoyo o respaldo económico de alguna manera, por lo menos para empezar. Pero se puede vivir del tenis. Depende de cada uno, y de ganar, porque el tenis es así. Pero después hay otras alternativas, como jugar Interclubes en Europa. Los clubes en Alemania, Francia o Italia pagan bien, entonces te podés mantener jugando esos torneos. Si no tenés el nivel de ATP, te podés quedar una temporada o tres meses, jugás y te traés plata.
¿Qué le falta al tenis uruguayo para sacar más y mejores jugadores?
Hace falta un poco más de competencia nacional, que en los torneos haya más jugadores de buen nivel. Hay muchos chicos que juegan al tenis, pero se lo toman como algo más social, de diversión o extra a su vida, en vez de como un oficio o un trabajo. Sería bueno que pudieran dedicarse más a ser profesionales, eso generaría que más cantidad de chicos tengan mejor nivel, entonces la competencia crece naturalmente.
¿Se siente un referente del tenis nacional o un espejo para los más chicos?
Sí, creo que sí. Así se da la situación… Está Pablo, que tiene un gran tenis, muy lindo de verlo jugar por su naturaleza de golpear la pelota. Después vengo yo, que he jugado mucho tiempo de Copa Davis. Entonces sí, se da de esa forma. Siempre intenté tener buena disciplina para que cuando me vean chicos jugar, aprendan qué es lo que se necesita para ser un buen tenista con todas sus características, con buen comportamiento adentro de la cancha.
¿Le gustaría seguir vinculado al tenis de alguna manera?
Sin duda, me encantaría tratar de aportar lo que pueda. Todavía no sé de qué forma, pero es la idea. Ya que he tenido bastante experiencia todo este tiempo, tratar de aprovecharla, transmitirla y apoyar este deporte.
¿Y capitán de Copa Davis?
Me gustaría, sin duda que me encantaría ser capitán de Copa Davis. Es una forma de seguir vinculado con la Davis, que siempre fue lo que más me llenó el corazón. No es el momento ahora, ni muy cerca, pero en el futuro me encantaría… si el “Bebe” (Pérez Cassarino) me deja (risas).
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